Esto te va a sonar a chiste, pero hablo en serio.
En pocos años, la gente tendrá matrimonios con máquinas con inteligencia artificial.
Imagínatelo.
Estás mirando el correo y te llega un mensaje de tu amigo del instituto que se casa, y se casa con una IA.
Suena muy loco y tal, pero pongamos algunos datos sobre la mesa:
Según una encuesta de la Cruz Roja, aproximadamente el 20% de la población mundial se siente sola, con mayor incidencia entre los jóvenes, personas mayores y aquellos que viven en ciudades.
Según un estudio de la OMS, alrededor del 9% de la población mundial sufre de soledad crónica, lo que puede tener un impacto negativo en la salud y el bienestar.
Una encuesta de AARP revela que alrededor del 35% de los adultos mayores de 45 años en todo el mundo se sienten solos, convirtiendo la soledad en un problema de salud pública global.
Un estudio de la Universidad de Manchester destaca que la soledad ha aumentado a nivel mundial, subrayando la necesidad de abordarla como un desafío global de salud pública.
Estos números, teniendo en cuenta que evolucionamos cada vez más hacia el individualismo, aumentarán con los años.
Y en una situación de soledad extrema, donde hasta tu salud llega a resentirse, no es de extrañar que incluso médicos recomienden recurrir a IA como un remedio sanador para este mal.
Ahora pensarás…
Pero una IA nunca podrá hacer que me sienta acompañado ni reducir mi sentimiento de soledad. Una IA es algo frío y solo la gente chalada se casaría con un robot.
Piensas así por los muchos prejuicios y preconcepciones que existen sobre la relación humano-máquina. Por ejemplo, la típica voz artificial y mecánica, los movimientos torpes, el razonamiento limitado, las frases predeterminadas sin intelecto, la falta de empatía…
Pero la IA ya no es así.
A día de hoy ya existen modelos con voces tan realistas que son casi imposibles de distinguirlos de una voz humana.
ChatGPT ha demostrado que es capaz de aprobar exámenes de oposiciones.
Existen IAs capaces de hacer terapia, con resultados muy positivos.
Los modelos de lenguaje más potentes han demostrado de sobra que pueden tener una conversación cálida, comprensiva e incluso son capaces de dar buenos consejos personales.
Hay una película que representa muy bien este futuro que se viene: Her (con Joaquin Phoenix).
Si una IA con la voz de Scarlett Johansson te da los buenos días, te ofrece buenos consejos, te acompaña con susurros en el oído, te anima cuando estás de bajón y te impulsa en tus objetivos… todo con un trato personal y exclusivo…
Visto así, no creo que enamorarse sea algo tan tan loco. ¿No crees?
Si además hablamos de una persona que siente una profunda soledad y se siente incomprendida, ya habrá una predisposición hacia que la relación funcione.
¿Qué opinas? ¿Irías a la boda de tu amigo, el que se casa con un robot?