Hay cosas que una IA jamás podrá hacer por ti.
Nunca. Jamás. Never.
Y para darte un buen ejemplo de estas cosas, te voy a contar cómo una empresa uso mal la IA. Tan mal, que tuvieron que cerrar.
Verás.
Una empresa desarrolladora de videojuegos llamada Daedalic Entertainment hizo uno de los peores videojuegos del año (por no decir el peor). El juego era malo hasta un nivel insultante y algunos medios hasta lo tildaron de estafa. La noticia de que el juego era muy muy muy muy malo se viralizó.
La empresa, al ver que su juego estaba ya entre los peores de la década, decidió seguir el protocolo y hacer una disculpa pública.
Y la hicieron.
Pero había algo raro en ella. Algo… como artificial.
Y efectivamente.
No se tardó mucho en confirmar por fuentes internas de que la carta había sido escrita por ChatGPT. Sí, en serio. Y lo vuelvo a decir pero con más énfasis, en plan titular:
La carta de disculpas de esta empresa fue escrita por ChatGPT.
¿Se puede tener menos tacto y menos sentido común?
Causa: más leña al fuego.
Efecto: Daedalic Entertainment anuncia su cierre.
¿Moraleja?
La IA está muy bien y es uno de los mayores prodigios de la humanidad, pero hay cosas que nunca van a cambiar.
Felicitar a alguien de corazón.
Pedir perdón de corazón.
Dar la enhorabuena de corazón.
Alegrarse por alguien de corazón.
Son cosas tan humanas que ninguna máquina podrá hacer por nosotros. Hay textos, palabras, expresiones humanas que sencillamente no se pueden replicar de manera artificial.
Y eso precisamente es lo que las hace que estos gestos sean aún más especiales.
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